26 de Mayo
¡El Evangelio es Poder de Dios!
Por Riqui Ricón*
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá (Ro 1.16-17).
La Biblia, que es la Palabra de Dios y no miente, te enseña claramente que jamás serás avergonzado(a) de haber creído a Su Palabra. Evangelio significa buenas noticias y son precisamente estas buenas noticias las que manifiestan el poder de Dios para tu salvación, esto es, para que realices una vida llena de paz y plenitud.
¿Cómo es posible esto? Es muy sencillo, puesto que el Evangelio son las Buenas Noticias que Dios te da (esto significa que son Palabra de Dios, Palabra de Honor), entonces se van a cumplir todas, sin faltar alguna de ellas.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo antes que perderte a ti. Por Su gran Amor con que te amó, has sido justificado(a), perdonado(a) y hecho(a) nueva creatura, para que así puedas vivir una vida totalmente nueva, una Vida llena de propósito y significado.
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios (Ro 5.1-2).
Ahora, en Cristo Jesús, por lo que Él hizo en la cruz por amor a ti, has sido justificado(a). ¡Eres justo(a)! ¡Tienes paz para con Dios! ¡Nada te falta! ¡Nada te duele! Todo lo recibes hoy por medio de la fe. Esto es, creyendo que ya es tuyo sólo porque Dios dice en Su Palabra, la Biblia, que así es. ¡Esto es la fe! ¡Creerle a Dios! ¡Creerle a Su Palabra!
Mira el significado que esto tiene:
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que [le cree a Dios]; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por [creerle a Dios, creyendo Su Palabra] y para [creerle a Dios, creyendo Su Palabra], como está escrito: Mas el justo por [creerle a Dios, creyendo Su Palabra] vivirá (Ro 1.16-17 paráfrasis del autor).
El que te justificó fue Jesús al pagar, con su propia sangre y vida, todos tus pecados; el que te perdona es Dios por su Amor, Gracia y Misericordia, y el que te dio Vida Nueva fue el Espíritu Santo con el Poder de Su Palabra, que es la Palabra de Dios.
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Co 5.17).
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo te aman tanto que NO te ofrecen una nueva oportunidad para ser mejor, sino que te dan una Vida TOTALMENTE Nueva. Una vida donde tu pasado, tus pecados y fracasos, ya no existen; así que ya no te condenan, ni los tienes que llevar a cuestas como una pesada carga de culpabilidad.
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte (Ro 8.1-2)
Si logras comprender y creer (porque la Biblia lo dice así) que ya no eres más un(a) pecador(a) perdonado(a), sino un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, entonces, sin importar las circunstancias o problemas que estés enfrentando, el inicio de tu victoria en esta Nueva Vida ya comenzó.
MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos (1 Jn 3.1 BAD).
Al ser un(a) Hijo(a) de Dios compartes la misma naturaleza de tu Padre celestial:
siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre (1 P 1.23).
Tu Nueva Naturaleza es incorruptible y ahora has sido hecho(a) justicia de Dios en Él (1 Co 5.21).
Sin lugar a dudas, tú eres ese(a) justo(a) que vive por fe (que vive creyéndole a Dios, creyendo Su Palabra), y hoy puedes declarar con toda confianza que:
En cuanto a mí, a Dios clamaré; Y Jehová me salvará. Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y él oirá mi voz. El redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí, Aunque contra mí haya muchos (Sal 55.16-18).
Jesucristo dijo que el ladrón sólo viene a hurtar, matar y destruir pero Él, tu Señor, ha venido a ti para darte Vida y una Vida abundante (Jn 10.10). No permitas que el ladrón te engañe. Sólo si crees sus mentiras de enfermedad, pobreza, fracaso y pecado, él tendrá el poder para hurtarte, matarte y destruirte; pero si no le crees sus mentiras y crees la Verdad de la Palabra de Dios, entonces nada puede contra ti y tendrá que huir de ti.
Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros (Stg 4.7).
Así que, sométete a Dios, sométete a Su Palabra. Usa la Palabra de Verdad contra tu enemigo, el diablo, y resiste todo problema, toda enfermedad, toda pobreza, toda depresión, etc.
Confronta tus circunstancias con el Poder del Evangelio pues éste es poder de Dios para salvación a todo aquel que le cree a Dios, y te aseguro, ¡No hay forma que puedas perder!
Oremos en voz audible:
¡Oh, hermoso Dios! Qué reconfortante es saber que Tu Palabra, el Evangelio de mi Salvación, es Poder para vivir esa vida plena y abundante que siempre, Tú, Señor, has deseado para mí. Gracias, muchas gracias. Lo creo y lo recibo. Yo, ______________ (tu nombre aquí), soy Tu Hijo(a) Nacido(a) de Nuevo para estar en Tu Presencia y manifestar esa Paz y ese gran Amor a todos mis semejantes. Gracias porque TODO lo puedo en Cristo Jesús, que me fortalece pues mayor eres Tú, Señor, que estás en mí, que el que está en el mundo. Entiendo en Verdad que no hay forma, no existe la más mínima posibilidad, en que pueda perder en esta tierra. Así que, en Tu nombre Jesús, recibo mi sanidad, mi libertad y prosperidad en todas las áreas de mi vida. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! En el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2012
Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Mayo 26 Ro 1.16-32 / 1 Sam 9.1-10.16 / Sal 55
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