5 de Junio
¡Eres escogido(a) de Dios!
Por Riqui Ricón*
No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no
sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel,
diciendo: Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han
derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme? Pero ¿qué le dice la
divina respuesta? Me he reservado
siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal. Así también
aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido
por gracia. Y si por gracia, ya no es por obras; de otra
manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra
manera la obra ya no es obra. ¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha
alcanzado; pero los escogidos sí lo
han alcanzado, y los demás fueron endurecidos (Ro 11.2-7).
Sin lugar a dudas, tú has
sido escogido(a) para alcanzar la salvación y la Vida Eterna que Dios tu Padre,
tenía reservadas para ti. Y esto solamente porque Él te ama. ¡Sólo por la Gracia
de Dios!
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos
amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida
juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con
él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con
Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes
riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque
por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque
somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios
preparó de antemano para que anduviésemos en ellas (Efe 2.4-10).
Realmente es
asombroso lo que aquí dice la Biblia acerca de ti: Pero Dios es tan rico en misericordia y te amó tanto que, a pesar de
que tú estabas muerto(a) por causa de tus pecados, Él te dio vida cuando
levantó a Cristo de los muertos. (¡Es sólo por la gracia de Dios que tú has
sido salvado(a)!) Pues Dios te levantó de los muertos junto con Cristo y te
sentó con él en los lugares celestiales, porque estás unido(a) a Cristo Jesús.
De modo que, en los tiempos futuros, Dios puede ponerte como ejemplo de la
increíble riqueza de la gracia y la bondad que te tuvo, como se ve en todo lo
que ha hecho por ti, que estás unido(a) a Cristo Jesús. Dios te salvó por su
gracia cuando creíste. Tú no tienes ningún mérito en eso; sino que es un regalo
de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que tú hayas hecho,
así que no puedes presumir de ser salvo(a). Pues tú eres la obra maestra de
Dios. Él te creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagas todas las cosas
buenas que Él preparó para ti mucho tiempo atrás.
¡Realmente eres escogido(a)
de Dios!
Basta con que recuerdes que Dios
te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo, para pagar todos tus pecados,
antes que perderte a ti.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque
no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por él (Jn 3.16).
Aun estando tú muerto(a) en
delitos y pecados, Él te dio vida juntamente con Cristo. ¡Por Gracia eres salvo(a)!
Esto quiere decir que, por Gracia tienes derecho a la Vida Eterna, la cual es,
sin lugar a dudas, ¡una Vida Plena y Abundante!
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido
para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).
De acuerdo a la Biblia, que
es la Palabra de Dios y no puede mentir, Dios te resucitó juntamente con Su
Hijo Jesucristo, y asimismo te hizo sentar en los lugares celestiales con
Cristo Jesús. ¡Asombroso! Esto es el Evangelio. ¡Buenas Noticias!
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,
esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a
los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes
a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos (Ro 8.28-29).
¡Wauu! Es evidente que, ¡Tú
eres escogido(a) de Dios!
Por el gran Amor con que
Dios te ha amado has sido justificado(a) en la Sangre de Jesús. Por ese mismo
Amor has sido perdonado(a) de todos tus pecados y has resucitado juntamente con
Cristo para recibir el regalo de la Vida Eterna.
Ésta, la Vida Eterna, es
derecho exclusivo del unigénito Hijo de Dios, Cristo Jesús, el cual por el gozo
puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la
diestra del trono de Dios (He 12.2), para así renunciar
a su posición privilegiada de ser el único Hijo de Dios y
compartir contigo ese privilegio haciendo de ti un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a)
de Nuevo.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como
cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma
de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición
de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y
muerte de cruz (Fil 2.5-8).
Ahora Jesús es el primogénito
entre muchos hermanos, de los cuales tú eres uno(a) de ellos. Ahora tú posees
una Nueva Naturaleza, eres un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo. Ahora has
Nacido de Nuevo no
de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive
y permanece para siempre (1 P 1.23).
Has sido
escogido(a) con un propósito divino y, hoy, debes comprender que no es
cualquier cosa la que Jesús hizo al morir en esa cruz por Amor a ti. ¡Jesús no
fue a la cruz sólo para pagar tus pecados! No se trata de un borrón y cuenta nueva, de un volver a
empezar. ¡No, nada de eso! La justificación de tus pecados con Su muerte apenas
fue el requisito necesario para algo mucho mayor, algo mucho más grande y
excelente: ¡que seas hecho(a) conforme a la imagen de Jesús para que tú y Él
sean hermanos!
No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen
que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar.
Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es
buena, agradable y perfecta (Ro
12.2 NTV).
¡Cambia tu forma de pensar
acerca de ti mismo(a)! ¡Dios no te ha dejado ni te dejará jamás! ¡Tú eres Su
Hijo(a) Amado(a)! Su buena voluntad para contigo es agradable y perfecta. Él se
ha comprometido, en un Nuevo Pacto en la Sangre de Jesús, a hacer de ti Nueva
creatura. Dios se comprometió a hacer de ti espíritu nuevo; a darte un corazón
nuevo y a poner dentro de ti, ¡Su Santo Espíritu!
MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados
hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente,
como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos (1 Jn 3.1 BAD).
Nada en tu vida es
casualidad y aunque en este mundo tendrás aflicciones, puedes confiar en Jesús,
Él ha vencido al mundo. Así que, ten paz en Cristo, pues Dios, tu Padre, ha
comprometido Su Palabra en que todas las cosas te ayudan a bien, pues conforme
a Su propósito has sido llamado(a) Hijo(a) de Dios.
Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, Para que habite en
tus atrios; Seremos saciados del bien de tu casa, De tu santo templo. Con
tremendas cosas nos responderás tú en justicia, Oh Dios de nuestra salvación,
Esperanza de todos los términos de la tierra, Y de los más remotos confines del
mar (Sal 65.4-5).
Dios te escogió y te atrajo
hacia Si para que habites en Su Presencia. Él es quien
perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata
del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de
bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila (Sal 103.3-5).
Sea cual sea
la situación que estés enfrentando el día de hoy, puedes confiar en Dios,
puedes creerle a Su Palabra, pues Dios
no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El
dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? He aquí, ha dado orden de
bendecirte; El dio bendición, y nada, ni nadie podrá revocarla (Num 23.19-20).
No pongas
tus ojos, ni pensamientos, ni emociones en lo grande de tus problemas, Confía en Jehová, y haz
el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate
asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda
a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará. Exhibirá tu justicia como la
luz, Y tu derecho como el mediodía (Sal
36.3-6).
Pues, al fin
de cuentas, tú eres lo mejor que Dios tiene en esta tierra, tú eres Su Hijo(a)
Amado(a).
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, hoy
quiero agradecerte por el maravilloso regalo de saber que no tengo que esperar
a ir al cielo para vivir como un(a) Hijo(a) del Rey. Gracias. Señor Jesús, por
lo que hiciste por mí al morir en la cruz y resucitar, venciendo a la muerte,
para darme Vida Nueva; no puedo dejar de recordarlo cada día, pues por tu Gran
Amor con que me has amado tengo derecho a la Vida Eterna, Vida Nueva, plena y
abundante. Gracias porque, de acuerdo a Tu Palabra, la Biblia, ya la puedo
comenzar a experimentar y vivir, hoy, aquí y ahora. Así que, con Tu ayuda,
Espíritu Santo, me determino hoy a no permitir que pensamientos de fracaso,
derrota, desanimo, temor, amargura y ninguna otra mentira me vengan a robar, a
despojar de lo que legítimamente es mío: mi Herencia y mi Identidad de Hijo(a)
Tuyo(a), oh Dios. Tu Palabra es la Verdad: ¡Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece! ¡En todas las cosas soy más que vencedor(a) por medio de Tu Amor,
Señor Jesús! ¡Tú suplirás todo lo que me falta conforme a Tus riquezas en gloria!
Así que,
Satanás, tú vienes a mí con problemas y enfermedades
y aflicciones; mas yo vengo a ti en el nombre de Jesús, el Señor de los
ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.
Dios, mi Padre, te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te
cortaré la cabeza. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)!
¡Soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo! En el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo
establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en
voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a
Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el
Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis
pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí
acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa
derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a
entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi
único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios
Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a
Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido
de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo
Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Jun
5 Ro 11.1-24
/
1 Sam 20 / Sal 65
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Qué piensas al respecto?