24 de Enero
¡Mediante la FE y la Gracia!
Por Riqui Ricón*
Sal 24:3-6 NVI ¿Quién puede subir al monte del SEÑOR? ¿Quién puede estar en su lugar santo? (4) Sólo el de manos limpias y corazón puro, el que no adora ídolos vanos ni jura por dioses falsos. (5) Quien es así recibe bendiciones del SEÑOR; Dios su Salvador le hará justicia (6) Tal es la generación de los que a ti acuden, de los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob.
Todos estos requisitos para que tú puedas vivir en la Presencia del Señor, están totalmente cubiertos mediante el Nuevo Pacto en la Sangre de Jesús. Tu Nuevo Nacimiento como un(a) auténtico(a) y legítimo Hijo(a) de Dios te otorga la personalidad jurídica y moral (Identidad), para estar y disfrutar de la Presencia de tu Padre celestial..
Col 3:1-3 RV60 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. (2) Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. (3) Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
Para disfrutar plenamente de la Presencia de Dios debes comprender (y sobre todo CREER), que no importa si tú te sientes o no con las manos limpias y el corazón puro, pues de acuerdo a la Palabra de Dios, ahora tú estás en Cristo Jesús y el(la) viejo(a) hombre(mujer) que tú antes eras está muerto.
Gál 2:20 RV60 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
El(la) viejo(a) hombre(mujer) que tú antes eras quedó clavado(a) en la cruz del calvario.
2Co 5:17 NTV Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado, ¡una nueva vida ha comenzado!
Así que, los requisitos de manos limpias y pureza de corazón para gozar de la Presencia de Dios, SÍ se aplican a ti, pues, no lo dudes más, tú eres Nueva creatura, eres un(a) auténtico(a) y legítimo(a) Hijo(a) de Dios. ¡Naciste de Nuevo!
2Co 5:6-7 NTV Así que siempre vivimos en plena confianza, aunque sabemos que mientras vivamos en este cuerpo no estamos en el hogar celestial con el Señor. (7) Pues vivimos por lo que creemos y no por lo que vemos.
Siempre recuerda que ahora, como un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, ya no vives por lo que veas o sientas acerca de ti mismo(a) sino por FE, creyéndole a Dios, ¡Creyendo Su Palabra!
Mat 5:8 NVI Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios.
Nada de lo que hiciste, hagas o puedas hacer tiene relevancia aquí, sino que es por lo que Jesús hizo por ti, que tienes pleno derecho a recibir un corazón limpio y a vivir una vida llena de dicha, teniendo plena comunión con Dios, tu Padre.
1Pe 1:23 NTV Pues han nacido de nuevo pero no a una vida que pronto se acabará. Su nueva vida durará para siempre porque proviene de la eterna y viviente palabra de Dios.
De acuerdo a lo que dice la Biblia, La Palabra de Dios que no miente, ¡Tú naciste de Nuevo de la semilla incorruptible que es la Palabra de Dios, que vive y permanece para siempre!
A estas alturas, muy probablemente me podrías discutir:
-Pero, pero, Riqui, yo no puedo ser esta persona de la que estás hablando, pues acabo de cometer pecado y no estoy limpio…
1Jn 2:1-2 NTV Mis queridos hijos, les escribo estas cosas, para que no pequen; pero, si alguno peca, tenemos un abogado que defiende nuestro caso ante el Padre. Es Jesucristo, el que es verdaderamente justo. (2) Él mismo es el sacrificio que pagó* por nuestros pecados, y no sólo los nuestros sino también los de todo el mundo.
Primero tienes que entender, de una vez por todas, que la justicia (que te den lo que te mereces), y la Gracia de Dios (que NO te den lo que mereces sino algo infinitamente mejor), no tienen NADA que ver contigo. No te alcanzaron por algo que hayas hecho, estés haciendo o puedas hacer en el futuro. La Justicia y la Gracia de Dios están sobre de ti sólo, y exclusivamente sólo, por lo que Cristo Jesús hizo por Amor a ti, al morir en la cruz pagando TODOS tus pecados y al resucitar, venciendo al pecado y a la muerte, para hacer de ti un(a) heredero(a) de la Vida Eterna: ¡Un(a) auténtico y legítimo Hijo de Dios!
Jua 3:16-17 RV60 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (17) Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
¡Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo, Jesús, antes que perderte a ti!
1Jn 1:9 RV60 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Es tan grande y maravilloso Su Amor por ti que, con Cristo Jesús, proveyó también perdón y limpieza para tus pecados del día de hoy.
Luc 18:18 NVI Cierto dirigente le preguntó: —Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?
Pon atención de como los judíos aspiraban a heredar la Vida Eterna.
Jua 3:17 RV60 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
Para heredar la Vida Eterna (atributo exclusivo de Dios), primero tienes que ser salvo(a); esto es, tienes que ser justificado(a) por Dios mismo mediante la muerte y resurrección de Su Hijo Jesucristo. Así y sólo así, adquieres la Vida Eterna y con ella tu Identidad de Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. Entonces, y sólo entonces, las cosas materiales dejan de ser relevantes, pues tú eres espíritu y ahora eres del cielo y nunca más de este mundo.
Rom 6:20-23 RVC Cuando ustedes eran esclavos del pecado, eran libres en cuanto a la justicia. (21) ¿Pero qué provecho sacaron de eso? Ahora ustedes se avergüenzan de aquellas cosas, pues conducen a la muerte; (22) pero como ya han sido liberados del pecado y hechos siervos de Dios, el provecho que obtienen es la santificación, cuya meta final es la vida eterna. (23) Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.
Ahora, como un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, eres eterno(a) para vivir y gozar de la Presencia de tu Padre celestial.
Pro 12:28 RVC En el camino de la justicia hay vida; no hay en su camino lugar para la muerte.
Por lo que Jesús hizo al morir y resucitar por ti, tú has sido declarado por Dios como justo(a), y el pecado y la muerte ya nada tiene en ti.
Rom 5:19-21 RVC Porque así como por la desobediencia de un solo hombre muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo muchos serán constituidos justos. (20) La ley se introdujo para que abundara el pecado; pero cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; (21) para que así como el pecado reinó para traer muerte, también la gracia reine por la justicia para darnos vida eterna mediante Jesucristo, nuestro Señor.
Es tiempo de que reines en la Presencia de Dios, por medio de Su Gracia.
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, que hermoso es saberme tan amado(a) por Ti. ¡Gracias por tanto y tan grande Amor! En verdad te estoy muy agradecido(a). Gracias porque tengo las manos limpias y un corazón puro. Gracias por hacerme Tu Hijo(a). Gracias porque a pesar de mis circunstancias Tú me aumentas mis días y me añades años de vida. Señor Jesús, por Tu sacrificio de Amor, por tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota, ahora yo he pasado de muerte a vida y ¡Tú me has trasladado de las tinieblas a Tu Luz admirable! ¡Puedo vivir en Tu Presencia la Vida que compraste para mí! ¡La Vida Eterna! Así que, en todo problema, enfermedad o aflicción, yo, ____________ (tu nombre aquí), soy más que vencedor(a), pues TODO lo puedo en Cristo que me fortalece y aunque ande en valle de sombra y de muerte NO VOY A TEMER mal alguno porque Tú, Jesús, estás conmigo. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en Tu casa, oh Señor, en Tu Presencia, moraré por toda la Eternidad. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo! En el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2011
Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Enero 24 Luc 18.18-43 / Gen 31 / Sal 24
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