martes, 21 de febrero de 2023

¡Qué hacer para heredar la Vida Eterna!

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 21 Febrero 

¡Qué hacer para heredar la Vida Eterna!


¡Por el Nuevo Pacto!

Por Riqui Ricón*

Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos. Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas (Ex 24.7-8).

La Biblia es la Palabra de Dios y no miente. Cada día, al meditar en ella, debes recordar siempre que, TODO, absolutamente todo, lo que en ella está contenido se refiere, de una u otra forma, al AMOR que Dios siente por ti, y la sangre del pacto, en el antiguo testamento, no es la excepción.

Efe 2:4-5 RV60  Pero Dios,  que es rico en misericordia,  por su gran amor con que nos amó,  (5)  aun estando nosotros muertos en pecados,  nos dio vida juntamente con Cristo  (por gracia sois salvos).

Por Amor, Dios creó el universo para ti. Por Amor, te ha dado vida y diseñó un plan infalible para que puedas escapar de la ley del pecado y de la muerte. Por Amor, entregó a Su Hijo Jesucristo para pagar el precio de tus pecados y así, no perderte a ti, sino que, por el contrario, creyéndole a Él, creyendo a Su Palabra, te dio VIDA ETERNA, una vida plena y abundante.

He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado (Jer 31.31-34).

Dado que el antiguo pacto fue invalidado a causa de nuestra incapacidad para cumplirlo, Dios, por Amor, estableció un Nuevo Pacto, pero ahora en la Sangre de Su propio Hijo, Jesús.

De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto  en mi sangre,  que por vosotros se derrama (Luc 22.20).

Es por este Nuevo pacto, que el Amor de Dios te otorga el derecho a la Vida Eterna, y te eleva de la condición de simple criatura, a ser un(a) auténtico(a) y legítimo(a) Hijo(a) amado(a), del Padre celestial.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jua 3.16-17).

¡Dios te ama tanto que prefirió entregar a su propio Hijo antes que perderte a ti!

MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos  (1 Jua 3.1 BAD).

Dios te ama tanto, que aunque tú estabas muerto(a) en delitos y pecados te dio vida juntamente con Cristo Jesús para llamarte y declararte Su propio(a) Hijo(a).

Heb 8:6 RV60  Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo,  cuanto es mediador de un mejor pacto,  establecido sobre mejores promesas.

Ahora bien, si miras atentamente en la perfecta ley, la de la libertad (la Biblia), notarás que Jesús es constituido como fiador de este Nuevo Pacto, que es un mejor Pacto, establecido sobre mejores promesas.

¡Qué mejor promesa que ser hecho parte de la familia de Dios!

en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad (Ef 1.5).

Así es mi amado(a), hoy puedes estar seguro(a) que Dios no te ha dejado ni te dejará, Él ha establecido un mejor Pacto en la Sangre de Su Hijo Jesucristo para perdonar todos tus pecados y, de esta forma, darte la VIDA ETERNA que solamente un(a) Hijo(a) de Dios tiene derecho a tener.

siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre (1 P 1.23).

Mediante el Nuevo Pacto en la Sangre de Jesús, ¡Dios te hizo de Nuevo!

Este día puedes salir más que vencedor(a) de todo problema, angustia o enfermedad, sabiendo que, por el Nuevo Pacto en la Sangre de Jesús, eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, y no de simiente corruptible sino de la incorruptible semilla que es la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre.

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).

Este día, ten por seguro que tú puedes salir más que vencedor(a) de cualquier problema, circunstancia o enfermedad, sabiendo que tienes VIDA ETERNA y ésta, por Cristo Jesús, sólo puede ser una Vida Plena y Abundante.

Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia (Mat 3.17).

Hoy, por el Nuevo Pacto en la Sangre de Jesús, puedes escuchar a tu Padre celestial decirte lo mismo que le dijo a Jesús allá en el Jordán: tú eres Mi Hijo(a) AMADO(A) y en ti tengo toda mi complacencia.

¡Dios se complace en ti! Él se complace cuando CREES lo que te dice en Su Palabra.

Heb 11:6 RVC  Sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe, y que sabe recompensar a quienes lo buscan.

FE es creerle a Dios, creyendo Su Palabra.

Oremos en voz audible:

Amado Padre celestial, este día quiero agradecerte por el gran Amor con que me has amado. Cristo Jesús, me asombro cada día más y más por todo lo que has hecho por mí y en mí. Estoy decidido(a), con Tu ayuda, Espíritu Santo, a cambiar mi forma de pensar transformándome en el espíritu de mi mente. Sin importar las circunstancias del momento o la forma en que hoy me siento, creo y declaro que soy ese(a) Hijo(a) que Tú, mi Dios y Padre, siempre has deseado, justo(a), santo(a) y perfecto(a). Lo sé porque así está escrito en Tu Palabra y esa es la Verdad. Estoy dispuesto(a) a dejar atrás todas esas emociones y pensamientos negativos de fracaso y de derrota. Esa vieja naturaleza nada tiene en mí, pues yo he sido regenerada(o) en Cristo Jesús para vivir una vida plena y victoriosa. Lo sé porque lo dice la Biblia, lo creo porque es Tu Palabra de Honor y me dispongo, con Tu ayuda, Espíritu Santo, a vivirlo. Viviré esa vida prospera, en salud, amor, paz y gozo que Tú, oh Dios, deseas para mí. Yo, _____________ (tu nombre aquí), soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, pues mayor es el que está en mí que el que está en el mundo y ese eres Tú, Precioso Espíritu de Dios. No le daré lugar al diablo y a sus mentiras en mi vida. ¡No voy a temer más! Echo fuera de mi vida toda ansiedad e inquietud.  ¡En todas las cosas soy más que vencedor(a) por medio de Aquel que me amó, Cristo Jesús! ¡Ya he sido sanada(o) por las heridas de Jesús! ¡He sido establecida(o) para reinar en esta vida por la sangre de Jesús! No hay forma que pueda perder, pues Tú, mi Dios y Padre, estás en mí y conmigo, y si Dios es conmigo, ¿quién contra mí? ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspera(a)! ¡Soy feliz! En el nombre de Jesús. Amén.

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

Tres Recomendaciones:

Lo que acabas de suceder al reconocer a Jesucristo como el Señor y Salvador de tu vida, de acuerdo con La Palabra de Dios, es que has Nacido de Nuevo, ya no más como un ser humano común y corriente, sujeto a la ley del pecado y de la muerte, sino que ahora eres un(a) legítimo(a) y auténtico(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, exactamente igual a Jesucristo, quien ahora es tu Hermano Mayor. Por lo tanto, te hago estas tres importantísimas recomendaciones:

1.     Orar. Orar es platicar con Dios. Así que, búscate un lugar tranquilo donde puedas comenzar a platicar todas tus cosas con Él. Hazlo de forma audible y notarás como Dios siempre responderá a tu corazón.

2.     Leer y meditar la Palabra de Dios. La Biblia es La Palabra de Dios, así que, consigue una Biblia y comienza a leerla y meditarla. ¿Cómo empezar? Es muy sencillo. Dependiendo del día que sea hoy, busca en el programa de lectura “La Biblia en un año” y realiza las lecturas correspondientes. Este programa lo puedes obtener en: A Través de La Biblia En Un Ano (palabradehonor.org) Notarás que el programa está arreglado para imprimirlo como un cuadernillo.

3.     En oración con Dios, tu Padre, busca y únete a una iglesia o congregación cristiana donde enseñen la Palabra de Dios en base a las Buenas Noticias que son el Evangelio de Jesucristo.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2020

 

 

 

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Febrero 21                                    Mat 3 /  Ex 24 /  Pro 11

  

Cápsula del día.





Puedes escuchar o descargar la lectura de la  Biblia en audio del día de hoy, la tenemos para ti en dos versiones: 


RV60 


NVI 



Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Febrero 21                                    Mat 3 /  Ex 24  Pro 11

 

San Mateo 3

Predicación de Juan el Bautista

(Mr. 1.1–8; Jn. 1.19–28)

3

1En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, 2y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielosa se ha acercado.b 3Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo:

Voz del que clama en el desierto:

Preparad el camino del Señor,

Enderezad sus sendas.c

4Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos;d y su comida era langostas y miel silvestre. 5Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, 6y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.

7Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras!e ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? 8Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, 9y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre;f porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 10Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.g

11Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. 12Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.

El bautismo de Jesús

(Mr. 1.9–11; Lc. 3.21–22)

13Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. 14Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? 15Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. 16Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. 17Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.h[1]

 

 

Exodo 24

Moisés y los ancianos en el Monte Sinaí

24

1Dijo Jehová a Moisés: Sube ante Jehová, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos. 2Pero Moisés solo se acercará a Jehová; y ellos no se acerquen, ni suba el pueblo con él.

3Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que Jehová ha dicho. 4Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel. 5Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Jehová. 6Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar. 7Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos. 8Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pactoa que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.b

9Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; 10y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno. 11Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a Dios, y comieron y bebieron.

12Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles. 13Y se levantó Moisés con Josué su servidor, y Moisés subió al monte de Dios. 14Y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros; y he aquí Aarón y Hur están con vosotros; el que tuviere asuntos, acuda a ellos.

15Entonces Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte. 16Y la gloria de Jehová reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día llamó a Moisés de en medio de la nube. 17Y la apariencia de la gloria de Jehová era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel. 18Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.c[2]

       

Proverbios 11

 

11

     1     El peso falso es abominación a Jehová;

Mas la pesa cabal le agrada.

     2     Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra;

Mas con los humildes está la sabiduría.

     3     La integridad de los rectos los encaminará;

Pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos.

     4     No aprovecharán las riquezas en el día de la ira;

Mas la justicia librará de muerte.

     5     La justicia del perfecto enderezará su camino;

Mas el impío por su impiedad caerá.

     6     La justicia de los rectos los librará;

Mas los pecadores serán atrapados en su pecado.

     7     Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza;

Y la expectación de los malos perecerá.

     8     El justo es librado de la tribulación;

Mas el impío entra en lugar suyo.

     9     El hipócrita con la boca daña a su prójimo;

Mas los justos son librados con la sabiduría.

     10     En el bien de los justos la ciudad se alegra;

Mas cuando los impíos perecen hay fiesta.

     11     Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida;

Mas por la boca de los impíos será trastornada.

     12     El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo;

Mas el hombre prudente calla.

     13     El que anda en chismes descubre el secreto;

Mas el de espíritu fiel lo guarda todo.

     14     Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo;

Mas en la multitud de consejeros hay seguridad.

     15     Con ansiedad será afligido el que sale por fiador de un extraño;

Mas el que aborreciere las fianzas vivirá seguro.

     16     La mujer agraciada tendrá honra,

Y los fuertes tendrán riquezas.

     17     A su alma hace bien el hombre misericordioso;

Mas el cruel se atormenta a sí mismo.

     18     El impío hace obra falsa;

Mas el que siembra justicia tendrá galardón firme.

     19     Como la justicia conduce a la vida,

Así el que sigue el mal lo hace para su muerte.

     20     Abominación son a Jehová los perversos de corazón;

Mas los perfectos de camino le son agradables.

     21     Tarde o temprano, el malo será castigado;

Mas la descendencia de los justos será librada.

     22     Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo

Es la mujer hermosa y apartada de razón.

     23     El deseo de los justos es solamente el bien;

Mas la esperanza de los impíos es el enojo.

     24     Hay quienes reparten, y les es añadido más;

Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.

     25     El alma generosa será prosperada;

Y el que saciare, él también será saciado.

     26     Al que acapara el grano, el pueblo lo maldecirá;

Pero bendición será sobre la cabeza del que lo vende.

     27     El que procura el bien buscará favor;

Mas al que busca el mal, éste le vendrá.

     28     El que confía en sus riquezas caerá;

Mas los justos reverdecerán como ramas.

     29     El que turba su casa heredará viento;

Y el necio será siervo del sabio de corazón.

     30     El fruto del justo es árbol de vida;

Y el que gana almas es sabio.

     31     Ciertamente el justo será recompensado en la tierra;

¡Cuánto más el impío y el pecador!a[3]

 



a 3.2: Dn. 2.44.

b 3.2: Mt. 4.17; Mr. 1.15.

c 3.3: Is. 40.3.

d 3.4: 2 R. 1.8.

e 3.7: Mt. 12.34; 23.33.

f 3.9: Jn. 8.33.

g 3.10: Mt. 7.19.

h 3.17: Is. 42.1; Mt. 12.18; 17.5; Mr. 9.7; Lc. 9.35.

[1] Reina Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Mt 2.23-3.17

a 24.8: Mt. 26.28; Mr. 14.24; Lc. 22.20; 1 Co. 11.25; He. 10.29.

b 24.8: He. 9.19–20.

c 24.18: Dt. 9.9.

[2] Reina Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Ex 23.33-24.18

a 11.31: 1 P. 4.18.

[3] Reina Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Pr 10.32-11.31


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