miércoles, 18 de octubre de 2017

¿Cuándo es que saldrás de ese hoyo?

 

7 de Octubre

¡No hay forma que puedas perder!

Por Riqui Ricón *

…porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos (Apo 7.17).

Mas tú, Jehová, permanecerás para siempre, Y tu memoria de generación en generación. Te levantarás y tendrás misericordia de Sion, Porque es tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo ha llegado (Sal 102.12-13).

Todo plazo tiene su término y el tuyo se cumplió cuando Jesucristo pronunció sus últimas palabras sobre la cruz: consumado es. ¡Está hecho!

Cada una de las promesas expresadas en la Biblia, que es la Palabra de Dios y no miente, encontraron su cumplimiento para ti a través de la muerte y resurrección de Cristo Jesús.

¿Y qué significa esto? Qué el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo, ahora es tu pastor y en este día, en este preciso momento, Él te está guiando a fuentes de aguas que son una fuente dentro de ti, que saltan para que puedas vivir una Vida Plena y abundante: ¡Una Vida Eterna!

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).

¡Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo antes que perderte a ti!

Lo hizo para que creas en Él, para que creas en Su nombre y para que le creas a Él. Dios entregó a Su propio Hijo por Amor a ti y para que creas que si Él dice en Su Palabra que tú, aunque andes en el valle de sombra y de muerte no temerás porque Él está contigo, entonces, esa es la verdad: ¡Él está contigo!

Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo (Sal 23.4).

¡Dios no te ha dejado, ni te dejará jamás!

Por lo tanto, puedes afirmarte ante cualquier circunstancia o adversidad y declarar con plena confianza: Si Dios es conmigo, ¿quién contra mí?

¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? (Ro 8.31-32).

El tiempo de la misericordia de Dios no será cuando VEAS la respuesta a las oraciones que levantas delante de Su presencia, sino que, el tiempo de la misericordia de Dios ES cuando CREES plenamente a Su Palabra. Cuando estás totalmente seguro(a), plenamente convencido(a), que si Dios lo dijo, entonces, Él lo va a cumplir, que si Él lo habló, entonces, Dios lo va a ejecutar.

Dios no es un simple *mortal  para mentir y cambiar de parecer.   ¿Acaso no cumple lo que promete  ni lleva a cabo lo que dice? (Num 23.19 NVI).

Dios está enjugando, limpiando, toda lagrima de tus ojos para que puedas ver con claridad que la noche ha quedado atrás y que lo mejor de tu vida ya está delante de ti.

Yo Jehová la guardo, cada momento la regaré; la guardaré de noche y de día, para que nadie la dañe (Isa 27.3).

Así que, no le des lugar al temor y a la duda sino fortalécete en el Señor y en el Poder de Su fuerza que es Su Palabra, pues, tu Dios y Padre sí tiene Palabra de Honor.

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados (Ro 8.28).

¿Amas tú a Dios? Entonces debes saber y creer que eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(o) de Nuevo, llamado(a) por Él, conforme a Su propósito, y todas, absolutamente todas, las cosas que suceden en tu vida te ayudarán a bien.

Dios se ha comprometido con Su Palabra de Honor a que esos problemas, aflicciones y enfermedades Él los cambiará para bien tuyo.

Hijitos, vosotros sois de Dios y habéis vencido a los enemigos de Cristo, porque el Espíritu que está en vosotros es mayor que el espíritu que está en el mundo (1 Jn 4.4 CST).

Sea cual sea la aflicción que el día de hoy estés enfrentando, ¡No temas! ¡Cree solamente! Dios no te ha dejado ni te dejará jamás. El plazo ya se ha cumplido. Ahora Dios es tu propio Padre y está contigo. ¡No hay forma que puedas perder!

Oremos en voz audible:

Amado Padre Celestial, te agradezco infinitamente que me ames tanto y des sentido a mi vida a través de la Sangre de Tu Hijo Jesucristo y de Su resurrección. Creo que la Biblia es Tu Palabra y, por lo tanto, puedo confiar totalmente en ella. Yo daré por respuesta a mi avergonzador que en Tu Palabra he confiado y jamás seré avergonzado por haberte creído. Gracias Jesús, porque es el tiempo de levantarme y comenzar a vivir esa vida plena y abundante que pagaste para mí. ¡Sí Señor, ya estoy bebiendo de esa fuente de vida que es Tu Palabra donde estableces que todas las cosas me ayudan a bien! Tú, Jesús, eres mi Pastor y NADA me faltará. En lugares de delicados pastos me haces descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreas. Confortas mi alma; Me guías por sendas de justicia por amor de Tu nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; Tu vara y tu cayado me infunden aliento. En medio de este problema, necesidad o enfermedad estoy tranquilo(a), confiado(a) en Tu Palabra, pues Tu me preparas un banquete delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en Tu casa, Señor, en Tu Presencia, viviré toda mi vida. Gracias Jesús. ¡No hay forma que pueda perder! Por lo tanto, creo y declaro que soy ese(a) Hijo(a) que Tú, mi Dios y Padre, siempre has deseado, justo(a), santo(a) y perfecto(a). Lo sé porque así está escrito en Tu Palabra y esa es la Verdad. Estoy dispuesto(a) a dejar atrás todas esas emociones y pensamientos negativos de fracaso y de derrota. Esa vieja naturaleza nada tiene en mí, pues yo he sido regenerada(o) en Cristo Jesús para vivir una vida plena y victoriosa. Lo sé porque lo dice la Biblia, lo creo porque es Tu Palabra de Honor y me dispongo, con Tu ayuda, Espíritu Santo, a vivirlo. Viviré esa vida prospera, en salud, amor, paz y gozo que Tú, oh Dios, deseas para mí. Yo, _____________ (tu nombre aquí), soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, pues mayor es el que está en mí que el que está en el mundo y ese, eres Tú, Precioso Espíritu de Dios. No le daré lugar al diablo y a sus mentiras en mi vida. ¡No voy a temer más! Echo fuera de mi vida toda ansiedad e inquietud. ¡En todas las cosas soy más que vencedor(a) por medio de Aquel que me amó, Cristo Jesús! ¡Ya he sido sanado(a) por las heridas de Jesús! ¡He sido establecido(a) para reinar en esta vida por la sangre de Jesús! No hay forma que pueda perder, pues Tú, mi Dios y Padre, estás en mí y conmigo, y si Dios es conmigo, ¿quién contra mí? ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspera(a)! ¡Soy feliz! En el nombre de Jesús. Amén.

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Octubre 7                    Apo 7 /  Neh 9.38-10-39 / Sal 102

 


 



 



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